Rasgos, manías, características y obsesiones de la nueva generación de alumnos
Más audaces, más curiosos, más independientes, mucho más informados y con una habilidad increíble para el manejo de datos y de herramientas informáticas. Pero, también, menos capaces de procesar y razonar, menos conectados con sus pares y compañeros y con una dependencia a veces preocupante hacia la computadora y la televisión, a las que incorporaron a sus vidas desde que nacieron.
Esas son las principales características de la generación de preadolescentes que hoy pueblan las aulas de las escuelas, de acuerdo a lo que señalaron los maestros y profesores que día a día se ocupan de su formación.
El análisis fue hecho en el marco de una amplia consulta a docentes de distintas escuelas de la Región, tanto públicas como privadas, que enumeraron rasgos, manías, tendencias y conductas propias de las nuevas camadas de alumnos que las diferencias de las de años atrás.
Casi en forma unánime, los maestros coincidieron en señalar que para los chicos que hoy cursan los últimos años de la escuela primaria, el principal desafío es el de manejar las crecientes cuotas de información que reciben día a día y que absorben "como esponjas".
Y aseguran que la tarea más difícil que, como docentes, tienen dentro del aula es la de transmitirles herramientas para desarrollar "una conciencia crítica ante tanto bombardeo mediático".
Pero además, destacan, la nueva generación de alumnos está fuertemente marcada por la desinhibición en el trato cotidiano con los adultos. "Ya no son hijos de la democracia, sino hijos de los hijos de la democracia", detalla una docente.
Los maestros también mencionan una serie de rasgos que, dicen, han ido agudizándose en la personalidad de los preadolescentes de los últimos años hasta presentarse de forma muy marcada en estas nuevas generaciones. Entre ellos, mencionan la fuerte dependencia que han desarrollado hacia las nuevas tecnologías.
Y detallan que, en algunos casos, se ve una fuerte tendencia al aislamiento por parte de los chicos. "Lo vemos con preocupación. Hoy, pueden pasarse horas y horas sin hablar con nadie, conectados a Internet en su casa o en los cíber, o simplemente con la tele".
Pero la mirada de los maestros con respecto a los chicos no se detiene a analizar lo que sucede sólo en las aulas. Va más allá y alcanza a los padres y al hogar, donde muchos ubican la fuente de gran parte de los rasgos negativos que afectan a esta nueva generación, como los problemas para ajustarse a los límites y a escuchar voces de autoridad.