lunes, febrero 12, 2007

Educomunicacion en Signis


La educación para los medios tiene que verse como un movimiento que parte de una conciencia crítica del lenguaje y técnicas de los medios, pasa por el análisis de los valores que éstos proyectan y su influencia sobre nuestras vidas, y se orienta hacia una participación responsable en el uso de medios para el mejoramiento de la persona y de la sociedad.

Las áreas que cubre SIGNIS en esta perspectiva son muy diversas: la publicidad, la radio, la música popular, el cine, la televisión, el video y la Internet.

Uno de los resultados de la educación para los medios debe ser una persona educada que pueda crear sus declaraciones mediáticas propias, retroalimentar a los productores de medios y ejercitar activamente su derecho como ciudadano democrático. Así que es comprensible que este trabajo se haya convertido en una prioridad de SIGNIS.

El proyecto de educación para los medios de SIGNIS consiste en reunir la experiencia y esfuerzos acumulados en este campo en todo el mundo, utilizar de modo óptimo los recursos financieros, materiales y humanos, dar una respuesta coherente a la "avalancha de medios nacionales y globales", e institucionalizar y constituir una federación regional de educadores para los medios, o de organizaciones de educación para los medios, que están ausente en este momento.


Educomunicación
Dirección: Adrián Lázaro Baccaro -
Objetivos:

Promover actividades educomunicativas en los planos de la educación formal y no formal, a partir de la formulación y ejecución de programas de capacitación orientados a niños, adolescentes, animadores socioculturales y docentes.
Intercambiar y articular experiencias de educomunicación con otras organizaciones nacionales, latinoamericanas y mundiales, participando en la creación de redes y en la realización y organización de jornadas, seminarios, foros, encuentros, congresos, cumbres, etc. dedicados a este campo.
Construir alianzas con organizaciones sociales que compartan nuestra visión, con el objetivo de participar activamente en la formulación de políticas de estado que contribuyan a fortalecer el papel de la Educomunicación en nuestra sociedad.
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Fecha T�tulo
domingo, 27 de agosto de 2006 PLAN DE ACTIVIDADES EDUCOM 2006/2007

Cr�tica e Investigaci�n ( 0 art�culos )
Dirección: Graciela Lucía Garzelli -
Objetivos:
Participar en festivales del mundo profesional mediático.
Promover estudios y trabajos de nivel académico para su posterior publicación.
Investigar las dinámicas permanentes de los procesos comunicacionales.

Espiritualidad ( 0 art�culos )
Dirección: Hugo Guillermo Ortiz sj. -
Objetivos:
Generar experiencias de acompañamiento espiritual de los comunicadores.
Desarrollar una reflexión teológica de la comunicación
Producci�n ( 0 art�culos )
Dirección: Daniel Sotelo -

Objetivos:
Alentar producciones a través de concursos, becas, etc.
Fomentar la creación en los jóvenes comunicadores y artistas.
Difundir los productos culturales premiados por la asociación.

Recursos educativos de software libre


Este blog contine material valiosísimo. Revísenlo, vale la pena:

http://www.spipedu.es/spip.php?mot10


SPIP: Una plataforma de desarrollo de sitios web educativos de carácter abierto y mantenimiento colaborativo.

SpipEdu.es es un proyecto de "elaboración de recursos educativos digitales en software libre", apoyado por la Consejería de Educación de la Junta de Andalucía. El proyecto se basa en el desarrollo de modelos de creación de páginas web para centros educativos de carácter abierto y mantenimiento colaborativo.

Artículos

Comunicación versus Educación
Sábado 8 de octubre de 2005 por José Antonio

DEBATE: La Junta creará filtros para que los padres controlen los contenidos que ven los niños en internet
Viernes 9 de febrero de 2007 por Hapaxmedia.net

Mi experiencia en el uso educativo del Blog
Jueves 9 de noviembre de 2006 por Dolores Álvarez

Primera Sesión - Curso en el CEP de Alcalá de Guadaira
Jueves 25 de enero de 2007 por Pedro Jiménez

Simplificando la complejidad, el caso de Quaderns Digitals como referente digital en las publicaciones educativas
Viernes 9 de diciembre de 2005 por Pedro Jiménez

Articulos en Educomunicacion


Tienen que ver este interesante blog dedicado a la Educomunicación. Responde al nombre de Forward: la publicación on.line de zemos98, un espacio y un tiempo para la cultura audiovisual

http://www.zemos98.org/spip/mot.php3?id_mot=38

Estos son solo algunos de sus posts:

El Consejo Audiovisual de Andalucía alerta sobre la publicidad de juguetes
http://www.zemos98.org/spip/article.php3?id_article=229
Gran parte de la publicidad de juguetes utiliza recursos que confunden al menor y que "pueden provocarle frustración" al comparar la realidad con su promoción televisiva. El CAA recomienda que los adultos comenten la publicidad televisiva con niños y niñas, los ayuden a elegir los juguetes y los acompañen para comprobar las diferencias entre cómo son y cómo aparecen en la "ficción publicitaria".
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Bases de participación en el I Festival de Vídeo Escolar ZEMOS98
por zemos98.org el 9.11.2006


Se trata de un nuevo proyecto del colectivo ZEMOS98 que en colaboración con el IES Profesor Juan Bautista, el Centro de Profesorado de Alcalá de Guadaira y el Ayuntamiento de El Viso del Alcor ponen en marcha este festival, que tiene prevista su realización en Abril de 2007, relacionado con las posibilidades, usos y retos del vídeo en la educación
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Entrevista a Francisco González, director de ADF-PHOTO.ORG
por felipe zemos98 el 26.09.2006


ADF-PHOTO.ORG la publicación de cultura fotográfica que recientemete ha cumplido el lustro, lanza una convocatoria dotada con un premio de 600€ (además de otros incentivos) que servirá para conocer al creador o creadores cuyo trabajo servirá como imagen de la Novena edición del Festival Audiovisual ZEMOS98. Aprovechamos la ocasión para realizar una entrevista audiovisual a su director, Francisco González.
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Eutopía06 TV, la televisión por internet del Festival Eutopía06
por Sofía Coca el 24.09.2006


Eutopía06 TV nace con el fin de ser el foco de expresión de los conocimientos que diariamente alumnos y profesores adquieren en el Taller de Televisión Alternativa, así como el cuaderno de bitácora audiovisual de todo lo que pasa en Eutopía06.
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El Instituto de la Mujer y los videojuegos en los medios
por Dr. Boiffard el 22.07.2006


Dr. Boiffard, uno de los autores del prolífico y sugerente blog colectivo Alcachofa Corporation (apaga tu tele) , escribe esta reflexión sobre videojuegos, medios y academicismo en relación a un documento editado por el Instituto de la Mujer titulado "La diferencia sexual en los videojuegos".
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Eutopía06: I Festival Europeo de la Creación Joven
por zemos98.org el 2.07.2006


El colectivo zemos98 será el encargado de coordinar el área de comunicación y cultura digital y por este motivo del 15 al 30 de septiembre de 2006 estaremos en Córdoba coordinando las actividades formativas que a continuación os contamos. Además el festival contará con la presencia de otras interesantes propuestas.
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El Taller de Cine Interactivo se celebrará del 20 al 24 de junio
por zemos98.org el 9.05.2006


El plazo para las inscripciones finalizan el próximo 12 de junio, así que date prisa, porque quedan pocas plazas. Las inscripciones se realizan en la Delegación Provincial del IAJ. El colectivo zemos98 impartirá un taller de 20 horas de iniciación al cine interactivo para jóvenes en Endanza. El taller forma parte del programa formativo de la Dirección Provincial del Instituto Andaluz de la Juventud de Sevilla.
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¿Qué es eso de la Educomunicación?


Por ConoSur cumple 100 informes - Monday, Oct. 03, 2005 at 10:58 AM
info_conosur@yahoo.com.ar


Cuando nos referimos a la educomunicación estamos haciendo alusión a un cruce de dos campos de indagación y producción de conocimientos (la educación y la comunicación) que encuentran familiaridad y se alimentan mutuamente, no solo a partir de las metodologías desarrolladas sino en cuanto a las potencialidades de intervención social que proponen.
Si bien puede sostenerse que la práctica comunicativa del ser humano no puede reducirse a su dimensión pedagógica, no es menos cierto que la comunicación humana, cuando motoriza la producción social de sentidos, compromete actos de enseñanza-aprendizaje y en consecuencia manifiesta una dimensión educativa.

Por otro lado, si observamos las diversas situaciones educativas (tanto formales como no formales), y las teorías acerca del conocimiento, la transmisión y las funciones sociales de la educación nos encontramos con que el rol que le cabe a la comunicación no es menor, ni es un detalle. Tanto la educación como la comunicación son prácticas constitutivas y privativas de los seres humanos. Si nos referimos a las posibilidades de intercambiar sentidos con “los otros” o de enseñar a y aprender de “los otros” también podemos aseverar que la educación y la comunicación tienen otra particular característica. Son potencias humanas, de todos los individuos, sí, pero necesariamente necesitan del encuentro de más de un individuo. O sea, la comunicación y la educación son prácticas que sólo se justifican a la luz de un proceso de participación colectiva.

Parece un detalle nimio, pero el solo hecho de estar alerta a este dato nos ayuda a reflexionar acerca de cómo no queremos legitimar nuestras prácticas, para que de esa negación surja más vigorosa una suerte de reconocimiento más cercano de los por qué y los cómo de las prácticas que sostenemos.

¿Cuál es el punto? Hay algunos modelos de prácticas educativas o comunicacionales que muchas veces son adoptadas, de maneras más o menos conscientes, desde un amplio abanico de justificaciones. En todos los casos (o en la mayoría de estos) se cree estar transitando la senda correcta para conseguir con éxitos los objetivos que se proponen las planificaciones escritas de esas experiencias comunicacionales o educativas. Creemos que de alguna manera son bastante ilustrativas de una tradición cuyo análisis crítico nos ayuda a releer los sentidos de las prácticas pasadas y nos delinea las posibilidades de las futuras.

Cuando pensamos en la calidad de las prácticas educomunicativas que desde este colectivo nos interesa explorar y crear, no nos olvidamos de las mañas que a toda costa nos forzamos por evitar. Y este intento obsesivo por no cometer errores garrafales no lo justificamos sólo por su impertinencia para conseguir lo que uno se propone como colectivo (o sujeto) educomunicador, sino como fundamento de un colectivo que busca entregarse al disfrute de la experiencia en el intercambio con los otros, a los aprendizajes que nos brindan esas experiencias, al valor que los relatos de los otros tienen en la construcción de lo nuestro, a la recuperación de la mirada y la voz del otro como punto de partida de los caminos que deseamos recorrer, y por qué no, debemos su justificación a que pensamos que si el /los otros no están convocados en el complejo proceso que implica la transformación social, esta nunca va a dejar de ser un lindo sueño y sólo eso.

Estos modelos, a los que nos referimos, y que intentamos desentrañar en nuestras prácticas para poder superarlos y para rehacernos así con nuevos criterios, se alimentan de principios que pueden ser visualizadas en experiencias de lo más cotidianas. Vamos a nombrar algunos, citando a Daniel Prieto Castillo que las sugiere en su libro “La Comunicación en la Educación”, que tenemos a mano, y que traen claridad para comprender sus implicancias y sus obvias consecuencias.

No deseamos que nuestras prácticas educomunicativas encuentren un fundamento idealista, esto es, no nos interesa impulsar concepciones absolutas sobre el mundo ni la política, categorías incambiables para comprender la realidad, erigidas de una vez y para siempre. El idealismo es un principio por el cual las ideas son esencias dadas para siempre y los sistemas sociales con todas sus instituciones son estáticos. Por cierto, para estas concepciones que implican conductas y modos de comunicar perfectamente identificables, las personas sólo son concebibles como portadoras de ideas. Las ideas dejan de verse como construcciones colectivas del proceso de intercambio comunicativo o pedagógico y se consideran datos “a priori” (producidas por otros, pero ajenos a nuestra experiencia) que las ciencias y los patrimonios culturales nos brindan a las personas.

En el mismo sentido no podemos dejar de rechazar las utopías que se proponen las ciclópeas tareas ideologizadoras, entendiendo por esto, pues lo único que puede entenderse.: La pretensión de llevar al otro a pensar lo que yo creo que debería pensar, sin escuchar cuáles son las ideas que él aporta, de qué modo sus intervenciones enriquecen el intercambio, qué puedo hacer yo para que mis ideas no le resulten tan extrañas e incompatibles con lo que él dice y piensa. Y lo más contradictorio de esta actitud, desde luego las intenciones ideologizadoras todo lo justifican y lo hacen en nombre de alguna propuesta religiosa, política o social superadora, de una utopía o de un aparato conceptual. Más arriba hablábamos de la ingenuidad que sostiene la prepotente tarea de “concientización” de las masas que algunos se proponen con las mejores intenciones. Las consecuencias que pueden intuirse de la aplicación de estos principios de idealización, ideologización y concientización no son menos trágicas en cualquiera de sus variantes. O sea, en el fracaso o en el éxito. En el primer caso nos puede suceder que nuestras propuestas pedagógicas y comunicacionales sean rechazadas por soberbias y herméticas, por autoritarias y violentas, y en el segundo que como colectivo comunicacional nos encontremos formando parte de un cúmulo de individuos que reaccionen de manera lineal a nuestros impulsos, de personas acríticas que repitan teorías de memoria sin haberse preguntado hasta qué punto nuestras palabras los interpelan y los invitan a reflexionar, o peor aún, que nuestras propuestas consigan producir diálogos ficticios entre un rejunte de apavorados que temen decir lo que realmente piensan por temor a la sanción, a la burla, la humillación y el despojo.

También se viven, en los ámbitos educativo-militantes, escenas trágicas frente a las cuales, pasado el tiempo, nos arrepentimos de no haber reaccionado; como nos sucedió en un Seminario-Taller sobre Comunicación Alternativa que junto con otros colectivos dábamos en una Universidad (de las populares) en la ciudad de Buenos Aires. Como muchas veces pasa, (lamentablemente) la concurrencia de los alumnos era muy inestable, algunos de ellos faltaban durante tres encuentros seguidos y luego retomaban el curso sin poder seguir el hilo de las charlas. Cuando decidían volver a la cursada eran sus otros compañeros los que decidían “pegarse unos faltazos”. Así, nunca conseguíamos dictar los cursos con la totalidad de los participantes. Generalmente lo hacíamos con menos de la mitad de ellos, y en ocasiones con la tercera parte de la matrícula inscripta. Por otro lado, muy pocos seguían con algo de rigurosidad las lecturas de los textos que trabajábamos. Para no faltar a la verdad, casi nunca leían nada. Se les avisaba que durante el próximo encuentro trabajaríamos con tal o cual autor, pero ni con eso: venían (y sin miras de arrepentimiento) con ninguna lectura encima. De todos modos, la participación dentro de la clase era aceptable, discutían, planteaban sus puntos de vista, tomaban posición en alguna discusión teórica, desarrollaban las actividades prácticas. Aunque vale la pena decirlo, muy pocos de ellos eran metódicos y en consecuencia sus críticas no superaban las que puede hacer cualquier persona desde el sentido común. Salíamos una noche de un típico encuentro en el que se había demostrado la falta de lectura y obviamente profundas carencias conceptuales. Uno de los integrantes del cuerpo docente perteneciente a otro colectivo de “comunicación alternativa”, tras la retirada de todos los alumnos del aula hizo el siguiente comentario: “A estos pequebú de mierda no se les puede enseñar nada, por más que le traigas El Capital de Marx no lo van a entender nunca, porque no les interesa nada, es al pedo hablarle a estos!”.

En su momento la declaración pasó desapercibida y mucho tiempo después notamos que aquel no había sido el primer comentario que este docente hacía en este sentido, sino sólo el más virulento. Y comprendimos que el compañero podía ser, tal vez, un gran militante, un tipo abnegado, humilde, laborioso, hasta lúcido en sus análisis, pero que en realidad no tenía la más mínima vocación por educar ni comunicar. Lo que él estaba buscando no eran participantes de situaciones educomunicacionales sino adherentes de sus ideas, pretendía reclutar militantes, gente que repitiera lo que él consideraba necesario como saber mínimo para que alguien mereciese respeto. Los participantes que bien o mal aportaban sus ideas, ponían sobre la mesa sus imaginarios y las matrices culturales desde las cuales interactuaban con los otros, que nos mostraban de qué manera se representaban el mundo que viven cotidianamente, que expresaban sus creencias, que desarrollaban potencialidades y seguramente dejaban claras sus limitaciones; para este compañero eran sólo unos pequebú con los que no tenía sentido hacer ni intentar nada.

Un educomunicador es alguien para el que “las ideas del otro” no son ataques a las suyas, no considera al otro como una esponja cuya mayor virtud consiste, como máximo, en absorber los lanzamientos de sus verdades. Todo lo contrario, las ideas del otro son los insumos, los datos que la realidad le da el educomunicador para comenzar a transitar un camino juntos, un camino cuyo punto de llegada no se sabe ni se quiere controlar. Se puede intuir, se puede imaginar, pero no adivinar. Como educomunicadores no nos proponemos que al final del curso los participantes hayan adquirido determinada manera de entender la vida y el mundo, de creer el mundo, sino que al final del curso, aspiramos a que los participantes/educandos hayan podido construir (en un proceso que implica una autoconstrucción, una construcción de la propia subjetividad) nuevas herramientas conceptuales desde las cuales desarrollar mediaciones para abordar la realidad. Alternativas de mediación, conceptos y marcos perceptivos producidos en los intercambios activos y no como resultado de asimilaciones pasivas.

En tercer lugar, otra ilusión recorre muchas mentalidades y prácticas (por cierto también las nuestras, y por eso la planteamos críticamente). La ilusión técnica o el tecnicismo, la idea de que todo lo que nos plateemos puede resolverse en el hacer sin reflexionar sobre este hacer, en el cómo sin darse tiempo para pensar en el/los por qué de ese hacer, en sus implicancias éticas y morales, y sobre todo en el modelo social que auspicia nuestro hacer. Nada tenemos en contra del uso de todos los avances técnicos que la ciencia y la tecnología nos proveen, mucho menos del uso de los medios audiovisuales para los fines comunicacionales o pedagógicos que consideremos pertinentes. De hecho, en nuestro proyecto no abundan los periodistas apasionados. Con la vocación de escribas de ninguno de nosotros se podría llegar a establecer un paralelismo con la pasión que encarnaban en sus quehaceres las grandes figuras del periodismo nacional del campo popular.

De todas maneras nos planteamos la necesidad de un instrumento, de una herramienta informativa, sea gráfica o electrónica, como una parte fundamental del proyecto, porque nos permite expresarnos, ordenar ideas, sentar postura, participar de debates, invitar a otras voces y palabras a formar parte de nuestros espacios, etc. Asimismo como consumidores de medios que somos, como apasionados por la literatura, el cine, la música, el deporte, las expresiones más amplias de la cultura y las artes populares, no desechamos el uso de la televisión, de la radio, de la red de redes, de las cámaras digitales de fotografía y video, etc. Pero no podemos descansar en el hecho de pensar que nuestra tarea de comunicadores pueda reducirse a la manipulación interesada de esos medios. No podemos caer en la tontera de pensar que si llenamos esos medios de contenidos interesantes, democráticos y pluralistas, o más aún, socialistas, comunistas, revolucionarios, marxistas-leninistas, anarquistas o lo que fuere, los mensajes van a llegar a buen puerto sin sufrir distorsiones y a cumplir la función que nosotros les asignemos. Y a propósito ¿esto no es algo que deberíamos festejar? ¿O es que tal vez pensábamos a la educomunicación como una trasmisión lineal de ideas de un polo emisor a un polo receptor donde nuestra habilidad como comunicadores reside en las artimañas que podamos desplegar para reducir al mínimo posible los ruidos que puedan provocarse durante el proceso educomunicativo? Evitar una mirada instrumentalista de la comunicación es una de las consecuencias posibles de la visualización de la comunicación humana como un proceso complejo donde no sólo aporta contenidos el que emite un mensaje sino aquel/aquella que lo recibe en un contexto dado, con una historia pesándole sobre sus espaldas, con intenciones propias que responden palabras concretas y generan nuevos textos, poniendo en juego imaginarios con los que construye su vida cotidiana, con estados de ánimo provocados no solo por la actualidad social, sino también por su realidad sentimental, y por otros muchos factores que ni debemos sospechar, y operan a diario en todas las relaciones comunicativas y educativas de los seres humanos.

Y en esta línea, dos elecciones bastante frecuentes con las que tampoco deseamos legitimar nuestras propias prácticas. La tendencia al cientificismo que pretende erigir a la ciencia en verdad absoluta e incuestionable modo de comprender todo tipo de fenómenos. Aunque resulte paradójico dado que una de las razones por las cuales la ciencia es lo que es y se diferencia del dogma, es que el conocimiento que nos trae es siempre provisorio y rectificable y es por eso que no existen paradigmas eternos. La autoridad que se desprende de la lectura de tal o cual autor o de la aplicación de tal o cual teoría o modelo no son datos en sí mismo, de carácter incuestionable, caminos a seguir en cualquier circunstancia. Así, la ciencia y sus productos se perciben como objetos que superan las capacidades mundanas de las personas y su acercamiento y uso solo se justifica para poder rendir tributo a sus verdades y homenaje permanente. Los autores y los científicos, lo mismo que todas las categorías, los instrumentos y todo el herramental conceptual que puedan aportarnos deben ganarse nuestra valoración positiva por la manera o las maneras en que se disponen como herramientas de mediación hacia nuestro (de los educomunicadores y de los educomunicandos) quehacer cotidiano. Cualquier teoría puede servir para que cualquier persona encuentre los modos en que esa teoría lo interpela, lo ayuda a reflexionar y a construir sentidos cuando reflexiona sobre su propia vida utilizando los conceptos que le aporta la teoría.

Si una teoría no puede expresarse de manera sencilla para ponerla al alcance de cualquiera, tanto del ilustrado como del lego, pues entonces no es buena para ser introducida en situaciones pedagógicas. Esto no significa descalificar o relativizar el valor de la ciencia, solo significa que los lenguajes que ayudamos a construir en nuestros espacios pedagógicos no deben nunca ser resultado de la combinación de elementos ajenos a las vidas de los participantes del acto educativo. Y tanto los fenómenos simples como los más complejos pueden ser procesados sin caer en exclusiones ni llegando a ser paralizadores de las transformaciones de la práctica educativa. Recordemos que brindar información para que las personas accedan a ellas, sean estas científicas o de la vida social, es algo bueno, pero brindar elementos, espacios, momentos, actos, gestos, aperturas, diálogos, alientos, acompañamiento permanente, etc para que junto con los educadores, los educandos construyan nuevas miradas del mundo, miradas transformadoras que ayuden a abrir nuevas puertas, es todavía mejor.

Como planteamos antes, lo que se propone el acto educomunicativo es aportar elementos que ayuden a generar condiciones que produzcan nuevas matrices desde donde interpretar el mundo, la vida social, las relaciones, entendiendo por estas también las relaciones con la naturaleza, o las relaciones entre los seres humanos y su entorno. Nuevas matrices con las que, a contrapelo de las que imperan en los sistemas perceptivos que ayudan a ver el mundo como un conjunto de objetos mercancía (y moldean nuestra subjetividad para que podamos naturalizar la lógica del capital), consigamos crear esquemas de percepción configurados por las fuerzas humanizantes que nos interpelen desde la necesidad de admitir un mundo que pueda ser habitado sin las pulsiones destructivas y deshumanizantes propias del capitalismo.

Por último, pero esto es solo tentativo porque las mañas y los vicios acríticos (y a veces autoritarios) suelen ser varios más, la vieja tendencia a justificar todo lo que hacemos con argumentos empiristas, casi el complemento del tecnicismo, esa sobrevaloración de las prácticas. Ese ímpetu, muy común en todos los proyectos con vocación militante de que práctica es ponerle el cuerpo a las cosas, a los compromisos, a las dinámicas, a los talleres, a los encuentros, a las discusiones, etc. Lo cual no está mal siempre que no toquemos el límite en que no podamos mirar la propia práctica con ojos críticos y siempre que no terminemos repitiendo métodos y dinámicas rutinarias sólo porque estamos convencidos de que lo que dio resultado ayer, necesariamente tiene que darnos resultado mañana. Las prácticas también se producen como resultado de una sistemática reflexión sobre el sentido de las mismas, no debemos (como educomunicadores) rotularlas de una vez y para siempre, y pretender descansar al compás de su ejecución: ni un taller garantiza la mejor circulación de la palabra, ni determinada dinámica (ayer exitosa) puede asegurarnos el salto cualitativo a una nueva instancia de conocimiento la próxima vez que la usemos. La práctica es una manera en que predisponemos nuestro pensamiento, está relacionada íntimamente con una convicción y una ética de búsqueda para la producción del conocimiento, pero nunca con fórmulas vacías, mecánicas, deshistorizadas, descontextualizadas, etc. Por esta razón es que las prácticas deben siempre responder a una necesidad concreta y en base a esa intuición es que decidimos adoptarlas.

Para cerrar nos vamos a regalar una extensa cita del libro de Prieto Castillo del que antes hablamos. Si hasta aquí habíamos desechado ciertas maneras de reivindicar una práctica educomunicativa, nos toca ahora acercarnos a definiciones que describan más esta búsqueda. Y dice lo siguiente: “Insistimos; el hecho educativo es profunda, esencialmente comunicacional. La relación pedagógica es en su fundamento una relación entre seres que se comunican, que interactúan, que se construyen en la interlocución.

Quienes hemos elegido la educación hemos elegido como base de nuestra actividad una educación humana, una relación con el otro. Nuestra profesión está entramada hasta sus entrañas en la comunicación.

Cuando hago esta propuesta en torno a una comunicación que nos permita el autorreconocimiento, la interacción y la proyección, me sitúo de lleno en las críticas que se vienen haciendo en nuestro tiempo al intento de centrar transformaciones en el juego de las innovaciones tecnológicas o en la creencia tan corriente, de que estar más informado es estar transformado. (...)

No estoy tan seguro, a la luz de estas reflexiones, de que la transformación se logre con un aceleramiento de la apropiación de conocimientos. El desafío es acompañar ese necesario proceso con un enriquecimiento de las relaciones, con una construcción de uno mismo y del otro.

Y no valen para ello ni los apresuramientos ni los atajos. Construirse y construir tienen como base el respeto por uno mismo y por los demás. Esto no se improvisa ni se predica, ni se desarrolla a través de algún taller. Es el fruto de una constante e intensa relación con uno mismo, plasmada en documentos, en materiales en los cuales leerse, en reflexiones sobre modos de actuar y de percibir, y de una también intensa relación con los demás, expresada en espacios en los que puede uno hacer un constante ejercicio de confianza, de fe en las palabras y en las intenciones del otro.

Si la educación está a la base de nuestra humanización, si mediante ella pasamos de una bullente atmósfera de sensaciones al lenguaje articulado, a la caricia, a la mirada, al sentido y a la cultura, y si el hecho educativo es profunda, esencialmente comunicacional, en tanto somos seres de relación , siempre entre y con los otros, no podemos soñar con transformaciones educativas sin jugar hasta las entrañas nuestra capacidad de comunicarnos”.

Colectivo ConoSur
http://www.proyectoconosur.com.ar

Bases Epistemológicas de la Educomunicación



Parra Alvarracín, Germán.

Este libro es el resultado de un proceso de investigación pionero en el Ecuador y América Latina. El trabajo de búsqueda y sistematización realizado por el autor sin duda se contituye en un aporte significativo para crear la epistemología de este área del conocimiento: la Educomunicación.

Contenido:

La epistemología: su concepción y desarrollo.
Bases epistemológicas para una reflexión teórico-filosófica en torno a la educomunicación.
Educación y pedagogía: sus vinculaciones con el desarrollo de la epistemología.
Aproximaciones conceptuales a la teoría de la comunicación.
Nuevos escenarios de la comunicación en la sociedad contemporánea.
Hacia una tentativa de comprensión y formulación de una noción de educomunicación.
Propuesta de lineamientos epistemológicos y metodológicos.


Editorial: Abya Yala.

Si desea adquirir este material diríjase a:
Abya Yala
Av. 12 de Octubre 1430 y Wilson, Casilla 17-12-719
Tel: (593-2) 2562633, 2506247
Fax: 2506255
Quito, Ecuador
Email:editorial@abyayala.org
O visite la página web de Abya Yala.



En La Iniciativa de Comunicación desde September 23 2003.
Actualizado en September 23 2003.

Fichas de Expertos en Educomunicacion.


Como resultado del 1er Encuentro Iberoamericano de Educomunicación, Comunicación, Cultura y Nuevas tecnologías, desarrollaron este ficher con los datos de expertos en el tema. Vale la pena ver el sitio; incluye datos de contacto de cada expositor.

Entre los datos que incluye están los de Roberto Aparici

http://www.dialogica.com.ar/educomunicacion/archives/cat_expositores.html

Educomunicacion: De medio y fines en comunicación


Chasqui 58, Junio de 1997 – LA EDUCOMUNICACION
De medio y fines en comunicación
Mario Kaplún
argentino-uruguayo. Investigador y docente especializado en Comunicación Educativa


Según se conciba a la educación/comunicación será el uso de los medios de comunicación en la enseñanza. Y hay dos modos de entender y asumir esta dupla: el vertical y unidireccional, y el que considera al educando como sujeto de un proceso en el que se aprende de y con los otros. En el primer caso, el uso de los medios reproducirá la unidireccionalidad, acriticidad y la imposibilidad de una relación dialógica. En el segundo, ese uso se lo hará en un espacio cuyos protagonistas son verdaderos interlocutores. Mario Kaplún reflexiona y propone en torno a estos dos modelos.

Educación y comunicación son dos términos que pueden ser entendidos de muy diversa forma; y, según se los entienda, se abordará con muy diferente criterio el uso de los medios en la enseñanza. Con todo el riesgo de una simplificación esquemática, se puede distinguir entre dos modos de entenderlos; y la opción por uno de ellos atravesará y permeará toda la práctica educativa.

Medios que hablan...

Por una parte, se perfila el modelo transmisor, el que, al concebir la educación como transmisión de conocimientos para ser memorizados y "aprendidos" por los educandos, sitúa a estos últimos como objetos receptáculos y depositarios de informaciones. Es el típico modelo escolástico de la clase frontal, con el docente al frente y los alumnos escuchando (o haciendo como que escuchan) para después ser evaluados por la literalidad con que repiten y reproducen lo escuchado. Podrá argüirse que tal modelo ha sido definitivamente condenado al destierro por la ciencia pedagógica, pero una mirada honesta a la realidad escolar reconocerá que, como "los muertos que vos matáis" del drama de Don Juan, sigue gozando de rozagante salud.

Paralelamente, en el ámbito de la comunicación, se sustenta el modo clásico de entenderla como transmisión unidireccional de mensajes por un emisor ("locutor") a unos receptores ("oyentes"). Y también esta concepción monologal puede ufanarse de un óptimo estado de salud: está firmemente implantada en la sociedad e internalizada en el tejido social.

Se advierte fácilmente la correspondencia entre ambos paradigmas, el educacional y el comunicacional. Resulta natural, entonces, que, cuando se opera dentro de ellos, el uso de los medios en el aula adquiera una determinada impronta: reducida al papel de mero auxiliar instrumental, la comunicación será equiparada al empleo de medios tecnológicos de transmisión.

Fue así cómo comenzaron a usarse -y aún siguen más de una vez usándose- los medios en las aulas. Cierta enseñanza se autoproclamó "moderna" porque desplegaba aparatos y recursos audiovisuales. Empero, a poco que se examinara la pedagogía subyacente en el interior de esas prácticas, bajo el vistoso maquillaje resurgían las arrugas del viejo y glorioso modelo transmisor. Los mensajes eran expositivos y cerrados sobre sí mismos, sin resquicios para la reflexión y menos aun para la participación de los educandos.

Creyendo "usar y aprovechar los medios", lo que aquella tecnología educativa hizo, en realidad, fue someterse a la lógica de estos: reproducir acríticamente su modalidad unidireccional sin buscarle alternativas dialógicas. (Y preciso es convenir que los propios profesionales de la comunicación alimentaron el equívoco y aceptaron ser vistos y utilizados como suministradores de recursos técnicos y envasadores de mensajes mediáticos).

Lo que aparentaba ser una modernización de la enseñanza, por cuanto la asociaba a las nuevas tecnologías electrónicas, se tradujo así, evaluado en términos pedagógicos, en un estancamiento, por no decir en un retroceso. Sé de algunos maestros muy críticos de los medios masivos y firmemente persuadidos de la necesidad de fomentar en los educandos una postura crítica ante los mensajes mediáticos pero, a la vez, enquistados en el método tradicional de clase frontal. Lo que hacen, entonces es "dar" a sus alumnos "una clase" sobre los medios, en la que les dicen lo que es bueno y lo que es malo en la televisión y les prescriben lo que tienen que ver y lo que no deben ver. Con lo cual, en suma, sustituyen una imposición por otra imposición.

De este modelo, obviamente, por mucho que se lo equipe con toda una batería de televisores, videos, proyectores y hasta computadoras, no cabe esperar un uso crítico y creativo de los medios. Y es que el problema no es de infraestructura tecnológica sino de proyecto pedagógico; de la concepción pedagógica y comunicacional desde la cual se introduzcan los medios en el aula.

Llevo muy grabado el recuerdo de una simpática profesora que, después de una charla mía, se me acercó para decirme que mi plática le había hecho repensar su práctica: "Hace quince años que ejerzo y me consideraba una buena docente y una maestra actualizada. Pero hoy caí en la cuenta de que en todos esos quince años jamás propicié que mis alumnos socializaran sus redacciones, que cada uno pudiera compartir los trabajos de sus compañeros". He ahí un problema de comunicación que no se resuelve por más medios tecnológicos de que se disponga.

Abundan los ejemplos. Para citar uno particularmente actual: un artículo reciente, al exponer las potencialidades de la informática en el desarrollo de la moderna sociedad del conocimiento, vaticina la implantación de la tele-educación, definida por el autor como Ala educación a distancia por medios electrónicos, esto es, "la posibilidad, tecnológicamente cierta, de la creación de aulas virtuales", en las cuales cada estudiante en su propia casa podrá disponer de "toda la información necesaria. La red informática, el CD-Rom, la Internet y los nuevos softwares, constituidos en herramientas de aprendizaje, le abrirán horizontes inusitados para sus tareas educativas. El disco compacto, capaz de concentrar una inmensa cantidad de información en forma de texto, imagen, gráficos y sonido, permitirá al estudiante 'navegar' por sus informaciones". A su vez, "la Internet le proporcionará conocimientos actuales sobre todos los temas imaginables y le abrirá posibilidades infinitas de datos colaterales acerca de ellos".

He escogido este texto, con gran respeto a la personalidad de su autor -connotado hombre público de pensamiento democrático y progresista- porque lo hallo ilustrativo de esa arraigada tendencia a identificar educación con transmisión/recepción de informaciones. Ese "hiperespacio educativo", esa aula virtual en la que el educando estudiará recluido, sin ver a nadie ni hablar con nadie, sólo ofrece el suministro de un inagotable cúmulo de información, la posibilidad de "navegar" (¿o de ahogarse?) en un proceloso mar de datos. No se trata de negar el innegable aporte de los soportes informáticos; pero, ¿cómo y con quién se comunicará este navegante solitario del conocimiento?, ¿cuándo, cómo y a quién podrá expresar sus propias ideas?, ¿cómo las compartirá con otros estudiantes?, ¿qué espacio, qué canal le ofrece el sistema para ser él a su vez leído y escuchado? Nótese que, en su enumeración de los recursos informatizados puestos a disposición del educando, el texto omite mencionar las redes de correo electrónico -otro producto de esa misma tecnología informática- que abrirían a cada estudiante la posibilidad de comunicarse con los otros y enriquecerse recíprocamente en la construcción común del conocimiento. Cuando se ve a la educación desde esta perspectiva unidireccional, se tiende casi inconscientemente a no dar valor a la expresión personal de los educandos y a no considerar esas instancias de autoexpresión y de interlocución como componentes ineludibles del proceso pedagógico.


...y medios para hablar

El otro modelo educativo es el que pone como base del proceso de enseñanza/aprendizaje la participación activa de los educandos; que los considera como sujetos de la educación y ya no como objetos-receptáculos; y plantea el aprendizaje como un proceso activo de construcción y de re-creación del conocimiento. Para esta concepción, todo aprendizaje es un producto social; el resultado -tal como lo postuló Vygotsky- de un aprender de los otros y con los otros. Educarse es involucrarse en una múltiple red social de interacciones.

Obviamente, esta opción también tiene su correlato en comunicación, entendida y definida como diálogo e intercambio en un espacio en el cual, en lugar de locutores y oyentes, instaura interlocutores.

Un paradigma así plasmado siempre va a derivar en prácticas comunicativas, aun cuando -como observa Prieto Castillo- no se disponga más que de pizarra y tiza. Desde él, bienvenidos los recursos tecnológicos y la introducción de los medios en el aula. Porque se los usará crítica y creativamente, desde una racionalidad pedagógica y no meramente tecnológica; como medios de comunicación y no de transmisión; como generadores de flujos de interlocución.

A setenta años de distancia, los comunicadores-educadores aún tenemos mucho que seguir aprendiendo de ese admirable educador que fue Freinet, el creador del periódico escolar como medio de aprendizaje. No solo por haber sido el primero -o, al menos, uno de los primeros- en introducir medios de comunicación en la escuela (implantó la imprenta en el aula, y llevó a esta la prensa, el gramófono y el disco, la radio, el proyector de cine, de todos los cuales supo percibir su valor como recursos educativos) sino, sobre todo, porque puso esos recursos al servicio de un proyecto pedagógico y de un proceso comunicacional.

Escritas a mediados de la década de los años 20, cuando Freinet no era ese gran pedagogo que se reveló más tarde sino tan solo un joven y humilde maestro de escuela en un pueblito pobre y aislado del sur de Francia, sus notas de aquellos días siguen marcando un rumbo que la Comunicación Educativa de este hipertecnologizado fin de siglo aun apenas está comenzado a explorar:

"La prensa en la escuela tiene un fundamento sicológico y pedagógico: la expresión y la vida de los alumnos. Se argüirá que lo mismo podría lograrse con la expresión manuscrita individual. Pero no es así. Escribir un periódico constituye una operación muy diferente a ennegrecer un cuaderno individual. Porque no existe expresión sin interlocutores. Y, como en la escuela tradicional la redacción solo está destinada a la censura y corrección por parte del maestro, por el hecho de ser un 'deber' no puede ser un medio de expresión.
"El niño tiene que escribir para ser leído -por el maestro, por sus compañeros, por sus padres, por sus vecinos- y para que el texto pueda ser difundido por medio de la imprenta y puesto así al alcance de los comunicantes que lo lean, desde los más cercanos a los más alejados.

"El niño que comprueba la utilidad de su labor, que puede entregarse a una actividad no solo escolar sino también social y humana, siente liberarse en su interior una imperiosa necesidad de actuar, buscar y crear(...) A medida que los niños escriben y ven sus escritos publicados y leídos, se va despertando su curiosidad, su apetencia de saber más, de investigar más, de conocer más(...) Buscan ellos mismos, experimentan, discuten, reflexionan (...) Los alumnos así tonificados y renovados, tienen un rendimiento muy superior, cuantitativa y cualitativamente, al exigido por el viejo sistema represivo(...) El periódico ha cambiado totalmente el sentido y el alcance de la pedagogía de mi clase porque da al niño conciencia de su propio valer y lo transforma en actor, lo liga a su medio social, ensancha su vida".

Ese era el proyecto, su "fundamento sicológico y pedagógico". El medio puede ser uno u otro. En 1924, Freinet recurrió al que la incipiente tecnología de su tiempo ponía a su alcance: una imprentita de tipos móviles, posible de ser operada por niños. Hoy tenemos muchos otros, hasta el sofisticado correo electrónico. Pero la cuestión sigue siendo la misma: para qué usar los medios, si para el monólogo -aunque sea más atractivo y espectacular, más poblado de imágenes y de colores- o para la participación y la interlocución; para seguir perpetuando alumnos silentes o instituir educandos hablantes; para continuar acrecentando la población de receptores o para generar y potenciar nuevos emisores.


CIESPAL - Chasqui
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Educar para a geração digital


Their Space - Education for a digital generation é o título de um estudo que acaba de ser publicado em Inglaterra pela agência Demos, da autoria de Hannah Green e de Celia Hannon.

Algumas conclusões do estudo:
"The baseline finding from our research was that the use of digital technology has been completely normalised by this generation, and it is now fully integrated into their daily lives. The majority of young people simply use new media as tools to make their lives easier, strengthening their existing friendship networks rather than widening them. Almost all are now also involved in creative production, from uploading and editing photos to building and maintaining websites. However, we discovered a gap between a smaller group of digital pioneers engaged in groundbreaking activities and the majority of children who rarely strayed into this category. Meanwhile, contrary to society’s assumptions about safety, this generation is also capable of self-regulation when kept well informed about levels of risk. Finally, many children we interviewed had their own hierarchy of digital activities when it came to assessing the potential for learning. In contrast to their teachers and parents they were very conscious that some activities were more worthwhile than others. All these young people have something in common – they all use technology in a way that in the past would have labelled them ‘geeks’. But they are not all using it in the same way. Our research has pointed to a number of different user ‘types’, which we use throughout the report".

Talleres para un acercamiento a la propuesta


Presentación
Lista de talleres
Esquema de cada taller

Presentación

Oye, tienes en tus manos una herramienta que te ayudará a navegar por el mundo de la EDUCOMUNICACION. Se apoya en la "Propuesta de Educomunicación de ECOSAM para la Familia Salesiana"; busca su comprensión y al mismo tiempo el enriquecimiento que proviene de las comunidades educativas que la realicen.

Hemos pensado en ofrecerte diferentes posibilidades de modo que a la hora de usarla te encuentres a gusto y con muchas opciones. Dado que es una producción colectiva, refleja la misma naturaleza de la Propuesta que es multivocal y creativa, abierta a la conjugación de miradas y nunca acabada. Sin embargo, hay un esquema común que le da sentido y orientación.

Una de las finalidades de estos Talleres es realizar una reflexión sobre el Sistema Preventivo y la Educomunicación, para comprenderla como "óptica y práctica educativa transversal a la misión y a la actuación del carisma" Por esto al final de cada taller se propone una mirada desde el Sistema Preventivo.

Estos Talleres como espacio educativo, están abiertos a la participación y al protagonismo, por lo tanto "la marca es tuya"! Son una herramienta que quiere ajustarse a las necesidades y sueños de las Comunidades Educativas para que la Propuesta de Educomunicación tenga rostro propio.

FMA Colombia, Comisiones Educación/Comunicación
Lista de talleres
1. Cambio de paradigma
2. Nuevos escenarios
3. ¿singularidad o pluralidad juvenil?
4. Desafíos culturales de la comunicación a la educación
5. Avances teóricos
6. Ecosistema comunicativo
7. Áreas de educomunicación
8. Gestión de la comunicación en los espacios educativos
9. Ejes transversales
10. Aprendizajes
11. Proyectos en marcha

Esquema de cada taller
1. Tema
2. Intencionalidad
3. Ideas claves
4. Desarrollo del taller
5. Apliquemos el ner *
6. Más de lo mismo

* ner
N nuevo: dato nuevo, para sí, para el grupo, para la comunidad. Nuevo en la misión educativa.
E énfasis: algo que ya se conocía, pero se hace más clara su incidencia en el proceso, toma más fuerza se reafirma.
R relaciones que no se habían establecido, o de las que no habíamos sido conscientes, conjugación de miradas, relaciones que podamos establecer con el Sistema Preventivo.

Una propuesta de Educomunicación


Texto base
No se logra todavía valorar plenamente el alcance de esta
revolución, pero está naciendo el "ciudadano electrónico" que
nosotros debemos ayudar a ser "honrado", a abrirse a un "más
allá" de la red y reconocer la paternidad de Dios, para que sea
"buen cristiano".
(J. Vecchi)


La andadura paciente, comprometida, libre de espectacularidades, creativa, llena de ilusión y búsqueda de tantas Hijas de María Auxiliadora y laicos que, a lo largo y ancho del Continente, coordinan experiencias de Comunicación-Educación-Ciudadanía, encuentra hoy su referencia común en la propuesta de Educomunicación que el Equipo de Comunicación Social América (ECOSAM) presenta en este Documento.

Con esta propuesta concluye una etapa y comienza otra. Es el punto de llegada de un camino de "acción-reflexión-acción" que ECOSAM ha venido haciendo en su misión de coordinar el trabajo de la Comunicación Social en las diferentes regiones de América. Y, al mismo tiempo, un punto de partida para que las experiencias en marcha y las que están por venir, encuentren en este Plan continental de Educomunicación una referencia orientadora y un estímulo para vivir esta misión en diálogo con la cultura contemporánea, trabajando en red y expresando una misión educativa inculturada al servicio de la vida1.

El documento presenta en sus tres partes -Marco Situacional, Marco Teórico y Marco Operativo- las razones que hacen impostergable una propuesta de esta naturaleza, las referencias en que se apoya y los posibles caminos que la hacen viable.

Al ser éste el primer intento continental de articular los proyectos de Comunicación-Educación-Ciudadanía, no es posible ofrecer aún la sistematización de las teorías que subyacen a estos proyectos. Eso requeriría un proceso investigativo para el cual no ha habido tiempo aún, puesto que el Plan de Educomunicación salió a la luz hace apenas unos meses. Esta labor queda como tarea y desafío para Ecosam y las coordinadoras inspectoriales de Comunicación.

Sin embargo, se ha creído oportuno ofrecer en el Marco Teórico las reflexiones más recientes acerca de este campo por ser un soporte valioso y por considerar que las experiencias en marcha forman parte del camino que ahí se describe.

El Marco Operativo presenta un horizonte abierto en el que es posible dar inicio a procesos de educomunicación de naturaleza diversa y en áreas también diferentes, manteniéndose, sin embargo, dentro de la propuesta que Ecosam ofrece. En un campo educativo tan reciente y que evoluciona rápidamente, no puede correrse el riesgo de encasillar las iniciativas en estructuras pre-establecidas. En muchas Comunidades Educativas hay experiencias en marcha que están logrando hacer del Nuevo Diseño Curricular un espacio en el que la creación de "ecosistemas comunicacionales" no sólo es posible, sino fruto natural.

La invitación es a implementar en el ámbito escolar la Propuesta y a compartir, con todos, los descubrimientos y horizontes que vayan apareciendo, utilizando para ello las posibilidades comunicacionales que nos da, precisamente, este universo virtual.

[1] Cfr. Actas del CGXX de las Hijas de María Auxiliadora. Roma, 1996. Pág. 99.

Para tener acceso al texto completo de esta propuesta, dirigirse a: tonnyaldana@hotmail.com

EDUCOMUNICACIÓN ¿Qué es? ¿Por qué afrontarla? ¿Cuáles caminos abre?


El cambio de época generado por la globalización de las comunicaciones plantea a la educación nuevos desafíos, que exigen respuestas creativas, acordes a los paradigmas emergentes en el milenio apenas iniciado. El progreso tecnológico, rápido y continuo, ha producido una digitalización del planeta y una articulación en redes cada vez más extensas alrededor del mundo. Esta interactividad, fluidez, dinamicidad, interdependencia de la cultura actual crea un nuevo ser humano "electrónico", con una nueva concepción del espacio, del tiempo y de la acción.

El proceso de reflexión sobre el impacto de las comunicaciones en las personas y en la cultura ha pasado por varias etapas, dando una nueva orientación a la investigación académica y generando un nuevo campo de intervención social: la educomunicación, que pone en relación dialéctica las ciencias de la educación y las ciencias de la comunicación.

Ya en los años 70, la UNESCO había publicado un documento sobre: "La educación en materia de comunicación", donde especialistas de diversos países ponían de relieve la interacción entre estos dos campos. En el último decenio, el profesor Ismar de Oliveira Soares ha realizado numerosas investigaciones sobre la relación educación-comunicación y ha creado un verdadero movimiento en torno a esta temática, que tiene su epicentro en América Latina. El punto de partida ha sido el constatar que la comunicación es la variable determinante de la postmodernidad. Su influencia en todos los sectores de la sociedad: económico, político, cultural, de gestión administrativa... no necesita demostración. Las redes y dinámicas relacionales han provocado nuevos modos de pensar, vivir, actuar, decidir.

Entre los puntos de convergencia de las disciplinas en cuestión, Soares señala como prioritaria la necesidad de transformación y de cambio, tanto de la educación como de la comunicación, de cara a los procesos sociales en acto: la educación está llamada a revisarse en sus métodos, enfoques, preparación de agentes; la comunicación ha de recuperar los valores éticos sustentados por los educadores, sin absolutizar las reglas del mercado a las que tantas veces se ve sujeta.

El acercamiento de estos dos campos se ve estimulado también porque ambos convergen en la substitución del paradigma de la "transmisión" por el de la "mediación": no se trata de "hacer pasar un mensaje, una información, un contenido", sino de pensar en la apropiación de los conocimientos, reflexionando sobre las interpretaciones de modo relacional. Esto implica cambiar el esquema "emisor-receptor" por el de la "orquesta". La comunicación educativa, el conocimiento construido por el sujeto deriva, ante todo, de sus interacciones con otras personas, especialmente con sus propios pares, pero también con todos los demás componentes del ambiente educativo, inclusive el contexto mediático. En este sentido no existe un receptor sino un co-constructor que participa activamente, que privilegia el sentido y su elaboración, la colaboración y reciprocidad, que tiene un cúmulo de "concepciones preexistentes" tomadas también de los medios y de la navegación en Internet.

Se evidencia así la importancia de la comunicación interpersonal, raíz de todo proceso de comunicación social, un cierto dominio de las posibilidades tecnológicas, la valorización de las capacidades expresivas y artísticas y el compromiso de proyectar los propios valores en vista de la transformación del ambiente, como ejercicio responsable y crítico de la ciudadanía. De esta manera, la educomunicación propicia la creación de ecosistemas comunicativos de calidad, promueve una pedagogía de ambiente, e impulsa la formación sociopolítica, tan necesaria para la construcción de sistema mundial más justo y solidario.

EL PORTAL DE LA EDUCOMUNICACION



Información del mundo de la comunicación y educación para el desarrollo social. Artículos académicos sobre Educación en medios, medios educativos y culturales. Website elaborada por Raúl Choque Barcelona-España

¿QUÉ ES LA EDUCOMUNICACIÓN?



El término educomunicación ni es nuevo ni es una voz en desuso. Aparece en la literatura sobre la materia hace varias décadas, y hoy está presente en cualquier búsqueda que se realice en Internet.

La palabra educomunicación se ha utilizado y se sigue utilizando como simplificación de varios conceptos, cada uno con sus propios matices: educación en materia de comunicación, educación para la comunicación, educación por la comunicación, educación en comunicación, etc.

En 1979, la UNESCO concluye que la educomunicación (educación en materia de comunicación) incluye "todas las formas de estudiar, aprender y enseñar, a todos los niveles y en toda circunstancia, la historia, la creación, la utilización y la evaluación de los medios de comunicación como artes prácticas y técnicas, así como el lugar que ocupan los medios de comunicación en la sociedad, su repercusión social, las consecuencias de la comunicación mediatizada, la participación, la modificación que producen en el modo de percibir, el papel del trabajo creador y el acceso a los medios de comunicación".
Por encima de definiciones más o menos limitadoras, desde Aire Comunicación entendemos la EDUCOMUNICACIÓN como un espacio teórico-práctico formado por las interrelaciones entre dos campos muchas veces separados: la educación y la comunicación (con especial hincapié en su vertiente mediática; un espacio de trabajo con un fin muy claro: extraer todo el potencial de la unión de estas disciplinas al servicio del desarrollo social e individual del ser humano, con la vista puesta en la consecución de un mundo más habitable para todos.

Con este fin, desarrollamos la EDUCOMUNICACIÓN en varias direcciones: educación sobre el papel de los medios de comunicación en la sociedad, desarrollo de las capacidades comunicativas de las personas para la creación de sus propios mensajes alternativos, creación de productos mediáticos para la educación, desarrollo de la capacidad educativa del uso de los medios en procesos de aprendizaje, educación a través de los medios de comunicación, etc.

Partiendo de que todo acto humano es una forma de comunicación, de que los medios de comunicación ocupan un lugar central en nuestra sociedad y de que la verdadera educación debe seguir siendo el proceso transformador de hombres y mujeres, desde estas líneas de trabajo aspiramos a colocar a la EDUCOMUNICACIÓN en el lugar que creemos debería tener, como una herramienta imprescindible para que estas realidades proyecten todo su potencial en beneficio del ser humano.

SISTEMAS HIPERMEDIOS COLABORATIVOS


NUEVOS AMBIENTES DE APRENDIZAJE

Claudia María Zea Restrepo
María del Rosario Atuesta Venegas
Miguel Angel González Castañón
czea@conexiones.eafit.edu.co


Este artículo examina la evolución y el impacto que tienen los sistemas hipermedios colaborativos, frente a los retos que enfrenta la Educación en los umbrales del tercer milenio. La rápida evolución de los Hipermedios y los avances de las tecnologías de información y comunicaciones abren posibilidades prometedoras para su uso educativo. ¿Seremos capaces de integrar estos medios a la praxis pedagógica? ¿Cómo evitar el riesgo de asimilarlos a métodos tradicionales ya obsoletos? ¿Qué estrategias seguir para incorporarlos con sentido al curriculum?. Se analizan algunas experiencias, a nivel nacional e internacional, que muestran alternativas prometedoras.

INTRODUCCIÓN

Los sistemas hipermedios colaborativos están produciendo resultados excitantes en el campo de la interactividad y del trabajo en grupo desde lugares remotos. Las posibilidades de estos sistemas parecen inagotables: proveen sitios ricos en contenidos y espacios propios de trabajo, discusión y socialización, donde los estudiantes y docentes pueden interactuar con otros grupos y culturas, ver las nuevas maneras de pensar y de obrar recíprocamente, conseguir respuestas inmediatas a sus ideas y objeciones a los textos que ellos crean , experimentar dinámicamente los efectos que sus palabras tienen sobre los otros. Estos ambientes proporcionan a los estudiantes más poder y responsabilidad y una gran oportunidad de aprender sabiamente con su uso y de desarrollar sus propios métodos para realizar sus metas. Esto tiende a desorganizar las estructuras formales de la educación tradicional y, de todos modos, exige una transición delicada desde la situación actual a la soñada.

EVOLUCIÓN DE LOS HIPERMEDIOS

Desde la aparición de los sistemas de hipermedios, autores como Fiderio, señalaban que estos sistemas, en un nivel mas sofisticado, podrían ser vistos como ambientes de software para trabajo cooperativo, para comunicación y para la adquisición de conocimiento. Hoy día se observa que esta predicción de Fiderio se está haciendo realidad.

A partir de la década de los 90, los sistemas hipertexos e hipermedios han evolucionado notablemente. Aún manteniendo las características básicas de los sistemas creados durante la primera generación, presentan hoy nuevas alternativas de uso, beneficiándose sobre todo de interfaces más avanzadas, de los nuevos soportes multi-usuarios y de las mejoradas capacidades propiciadas por la tecnología de las estaciones de trabajo [Coklin,Halasz].

Paralelamente, la rápida evolución de las comunicaciones juega un papel preponderante, al potenciar las redes de computadores como un medio de transmisión/recepción más ágil y capaz que otros como prensa, radio, televisión y teléfono.

El avance de las redes de comunicaciones está alterando algunos paradigmas computacionales. Hasta hace poco era prácticamente imposible obtener documentos hipermedia independientes de la plataforma de desarrollo, tanto de hardware como de software, lo que orientaba su utilización hacia consultas mono-usuario. Con Internet, a través del World Wide Web (WWW ó Web) este panorama está cambiando, con la posibilidad de acceso multi-usuario a documentos hipermedia generados en diferentes plataformas. En consecuencia, el almacenamiento y manipulación de información en formato de redes hipermedia sufren un significativo impacto, encontrándose hoy en día un gran volumen de conjuntos de información referenciados en formato hipermedia.

Internet, ofrece un servicio avanzado de navegación que amplia el concepto de hipermedios al incluir muchos computadores como usuarios del sistema; el World Wide Web se concibe como un mecanismo que relaciona información residente en muchos computadores, considerándose como el más interesante y conocido servicio ofrecido por Internet.

La confluencia de ideas básicas sobre sistemas hipermedios y las facilidades que ofrecen las tecnologías de telecomunicaciones, han propiciado el surgimiento de nuevos ambientes, que de alguna forma tienden a acercar sus ventajas a las necesidades de los usuarios. Escogemos tres que aparecen ya con frecuencia y con nombre propio en la literatura actual:

Multi User Domain (MUD) [Epstein]. Los ambientes de dominio multiusuario conocidos con la sigla MUD son un servicio de internet que provee un texto virtual para usuarios que se registran via telnet o via otro cliente Internet. Los MUD originalmente fueron desarrollados para los juegos multiusuarios y desde entonces han evolucionado en una poderosa forma de comunicación global en tiempo real.

MUD Object Oriented (MOO) [Epstein]. Son MUDs programados que permiten a los usuarios extender el ambiente con objetos y verbos escritos en un robusto y dinámico lenguaje orientado a objetos, combinando hasta el momento elementos de los lenguajes de programación LISP y C.

Collaborative Hyperarchical Integrated Media (CHIME) [Epstein]. En estos ambientes se combinan los dos conceptos anteriores en forma integrada : un MOO, un Cliente WWW y un cliente MUD para proveer un ambiente colaborativo que permite examinar y crear documentos WWW.

Así pues, algunas de las tendencias con relación a los hipermedios [Halasz] que pueden ser identificadas en la actualidad, se enfocan hacia los hipermedios como interfaces para software y procesos distribuidos [Nielsen], los hipermedios y la inteligencia artificial [Bielawski] y los hipermedios como apoyo al trabajo colaborativo.

Esta última perspectiva de trabajo colaborativo es la que nos interesa en este artículo, pues plantea nuevas posibilidades pedagógicas, acordes con los anhelos de tener una educación más flexible, con mayor autoresponsabilidad del estudiante, que favorezca la colaboración en la creación de nuevo conocimiento y en la tolerancia y apertura hacia el otro como persona.

TRABAJO COLABORATIVO

Hay varias razones para considerar el trabajo colaborativo como una estrategia de gran interés en el proceso de enseñanza aprendizaje. La primera es la satisfacción y aumento de la productividad; la segunda es la intercomunicación que exigen y; la tercera es el conocimiento que el trabajo colaborativo nos puede dar respecto al conocimiento mismo y a la solución de problemas [Tennison,Latt].

En cuanto a la satisfacción y el aumento de la productividad, se ha demostrado que el trabajo colaborativo tiene ventajas en relación con la ejecución de tareas, porque aumenta la motivación por el trabajo, pues se da una mayor cercanía y apertura entre los miembros del grupo, aumentando la satisfacción por el trabajo propio y consecuentemente favoreciendo los sentimientos de autoeficiencia; por otro lado, favorece el desarrollo de habilidades sociales, al exigir la aceptación del otro como cooperante en la labor común de construir conocimientos y valorar a los demás como fuente para evaluar y desarrollar nuevas estrategias de aprendizaje [Tennison,Latt,Dreves].

Desde el punto de vista de la comunicación, se genera un lenguaje común, estableciéndose normas de funcionamiento grupal; disminuye el temor a la crítica y a la realimentación; disminuyen los sentimientos de aislamiento y mejora las relaciones interpersonales entre personas con diferentes culturas, profesiones, etnias, etcetera.[Latt]

Con relación al conocimiento mismo, el trabajo colaborativo permite el logro de objetivos cualitativamente más ricos en contenidos ya que se conocen diferentes temas y se adquiere nueva información, pues se reúnen propuestas y soluciones de varias personas, pudiendo cada cual tener ante sí diferentes maneras de abordar y solucionar un problema, diferentes formas de comprender y diferentes estrategias de manejar la información, además de una gama mas amplia de fuentes de información [Tennison,Latt,Dreves].

Las actividades escolares colaborativas desde cualquiera de las áreas del saber, en particular desde la de tecnología e informática, son el eje de innovación en aspectos socioculturales propios del entorno pedagógico. Este tipo de actividad involucra el desarrollo y crecimiento del talento humano como un proceso cooperativo espontáneo y efectivo, contrastando con la actual cultura occidental basada en la competitividad y la propiedad intelectual. Estas actividades cooperativas permiten la comunicación tanto interna como externa, de forma tal que el grupo que trabaja en un proyecto dado pueda intercambiar y acopiar información. En este proceso los grupos pueden consultar diferentes aspectos del diseño, recibir datos pertinentes, consultar directamente a expertos nacionales e internacionales y, en general, desarrollar las habilidades de comunicación y sistematización de información que son centrales en el proceso científico y tecnológico [Latt, Zea].

HIPERMEDIOS COMO APOYO AL TRABAJO COLABORATIVO

( Una combinación para la construcción de conocimientos)


El trabajo cooperativo plantea ciertos requerimientos a los sistemas Hipermedios.

En primera instancia, en contraste con los sistemas hipermedios multi-usuarios (MUD), el trabajo colaborativo exige soporte para bancos de información distribuidos, con el fin de poder compartir la información.

En segundo lugar el trabajo colaborativo plantea exigencias con respecto a los tiempos en que se ejecute la acción que se comparte, sobre lo cual existen tres posibilidades: sistemas hipermedios en tiempo real, sistemas hipermedios en tiempo no real y los sistemas mixtos.

Los sistemas en tiempo real implican un sincronismo que permita la presencia simultanea de dos o mas usuarios involucrados en una misma tarea, generando esto, requerimientos de rápida propagación de la información a los otros usuarios. En el caso de los sistemas en tiempo no real, se presenta la asincronia, es decir cada usuario trabaja independiente de los otros usuarios, realizando un trabajo típico individual y a su propio ritmo. En el caso de los sistemas mixtos se requiere soporte tanto para el trabajo sincrónico como asincrónico, lo que según Will & Leggett [Will], sería el sistema óptimo para trabajo cooperativo con hipermedios.

En tercer lugar, también se hace necesaria una nueva concepción de usuario. Hasta ahora se han diferenciado de manera general dos tipos de usuarios de hipermedios: los lectores y los autores. Los lectores de hipermedios suelen tener una de dos intenciones: hojear un hipermedio "a ver que hay"; o bien utilizar parte de la información contenida en el hipermedio. Los autores, son los usuarios creadores del hipertexto y por lo tanto definen las relaciones entre la información contenida en el mismo. Como se ve, es una clasificación pensada para programas mono-usuario.

Las nuevas perspectivas, en particuar los usos educativos, obligan a ampliar esta óptica de usuario con dos nuevas tipologías:

usuario colega o par, que conoce los temas contenidos en el hipermedio y los comparte como miembro de la misma comunidad (profesor-profesor; estudiante-estudiante).
usuario como co-autor, donde el conocimiento contenido en el hipermedio está siempre abierto, en construcción, pues el lector no es otra cosa que un constructor de significados. Los usuarios co-autores construyen el hipermedio como una conversación abierta, en la que pueden cambian contenidos, sugerir reorganizaciones de la información, etc. Como constructor de significados, el lector al que nos referimos acaba por convertirse en co-autor.
El lector como co-autor es el ejemplo mas claro de cómo puede generarse nuevo conocimiento a partir de un trabajo conjunto entre personas o grupos, favoreciendo los procesos de aprendizaje.
En cuarto lugar, el diseño de la intefaz del usuario es la figura mas importante para la interacción entre este y el sistema. Se deben concebir interfaces lo suficientemente didácticas para permitir desarrollar verdaderas experiencias de aprendizaje.

Existe una arquitectura bastante interesante propuesta por Mayes, Sykes, Schaper, Palmen y Marcipont, denominada "Intensely supportive Learning Environment (ISLE)" [Mayes], la cual soporta un visión constructivista del proceso de aprendizaje. ISLE fue concebido como un ambiente en el cual los alumnos encuentran diferentes tipos de soporte para realizar sus tareas. De acuerdo con Sykes hay una serie de presentadores de la información con diferentes formatos y un conjunto de editores para texto, imágenes, vídeo y sonido, como una función que media las interacciones de un usuario con los objetos que presentan un tipo particular de información.

En quinto y último lugar, el uso pedagógico de Hipermedios exige estrategias pedagógicas, incorporadas en el diseño del Hipermedio. Estamos convencidos que este es el reto central: por el momento el método común de enseñanza se caracteriza por un maestro, un aula, un gran número de estudiantes y, si acaso, un proyector de acetatos como único medio tecnológico. Los maestros, aun los mas conscientes, tenemos claro que poco podemos hacer en este ambiente por un aprendizaje interactivo e individualizado. Y aquí está la fuente del problema: ante la gran dificultad de adaptar el método de enseñanza a las necesidades de cada estudiante, no sentimos necesidad de manejar diferentes estrategias pedagógicas. Cualquier medio que se trate de incorporar en este ambiente, aun los más prometedores que hoy pueden ser aun ciencia ficción, corre el riesgo evidente de ser utilizado con las estrategias de aprendizaje restrictivas de los métodos tradicionales. La ventaja de los Hipermedios ha de ser la posibilidad de romper este esquema, permitiendo al estudiante una aproximación personal, aunque compartida, al conocimiento. El Hipermedio ha de responder, pues, a divergentes necesidades de aprendizaje, es decir, debe permitir diferentes accesos y maneras de uso [Fanderclai].

¿Es posible diseñar Hipermedios con estas exigencias?

En cuanto a los requerimientos técnicos, parece que sí. La evolución de los medios tecnológicos mueestra que, incluso antes de lo esperado, están apareciendo soluciones a los problemas de telecomunicación, de capacidad de almacenamiento, de estructuras complejas de información, desarrollo de interfaces, incluso de programas inteligentes que facilitan la interacción del usuario con la máquina.

Los requerimientos pedagógicos son otra cuestión. Cualquiera se emociona con la riqueza, estética y versatilidad del último Hipermedio. Nadie se emociona ante una nueva propuesta curricular o metodológica. Y son estas las únicas que pueden mostrar el camino, no los desarrollos tecnológicos. Son los educadores quienes deben clarificar los principios pedagógicos necesarios para mejorar la calidad del aprendizaje, y conjuntamente, los diseñadores deberán aceptar que esos principios serán los que conduzcan a los sistemas Hipermedios en la dirección educativa correcta.

Algunas experiencias prometedoras en Latinoamérica están tratando de poner juntos estos elementos en el funcionamiento real de las escuelas que tenemos: privadas y públicas, rurales y urbanas, con recursos o sin recursos, con maestros postgraduados y con maestros normalistas.

NUEVOS AMBIENTES, NUEVAS PEDAGOGíAS

Proyectos como ENLACES [Larenas] en Chile, con la interfaz gráfica La Plaza, o CONEXIONES en Colombia [Zea], con la interfaz gráfica La PachaMama, están permitiendo aprender cómo tener éxito en la creación de ambientes tecnológicos colaborativos y en su incorporación concreta por las instittuciones escolares.

Dentro de la red interescolar de Conexiones, La PachaMama es un lugar de encuentro entre todos los usuarios de diferentes edades y niveles económicos y culturales. Este ambiente de interacción y aprendizaje pretende adicionalmente propiciar el desarrollo de un pensamiento constructivo sobre bases socializadoras, ecológicas, éticas y tecnológicas, siendo más que un producto, un sistema para la valoración del proceso de la enseñanza y del aprendizaje.

Es importante considerar que una red y un software por si mismos no proveen la capacidad de conectar elementos para cooperar y sólo permite el flujo de la información de un elemento a otro. No obstante, es imprescindible investigar y someter a prueba las alternativas tecnológicas disponibles, para encontrar las viables en nuestro medio. Un área de ingeniería es indispensable en este tipo de proyectos, para asegurar instalaciones eficientes a bajo costo y que sean viables para la infraestructura con que se cuenta el medio.

La exigencia de trabajo colaborativo sincrónico y asincrónico, la versatilidad y el uso cómodo de la interfaz, la flexibilidad para poder integrar este ambiente a diversos usos metodológicos, es el otro desafío del área de ingeniería. El buen funcionamiento de estos aspectos va más allá de las meras soluciones técnicas; exige trabajo conjunto con pedagogos, que conozcan el medio real en que se crearán los nuevos ambientes y las direcciones pedagógicas que las nuevas tecnologías potencian. Llamamos fuertemente la atención sobre la dificultad, al parecer generalizada en nuestro medio, de cooperar en un mismo proyecto educadores e ingenieros. Definitivamente no estamos acostumbrados a trabajar transdisciplinariamente; nuestra experiencia indica que inicialmente los obstáculos son conceptuales y de lenguaje; pero los problemas de fondo parecen ser valorativos. Todo grupo interdisciplinario de esta nauraleza deberá, una vez superados los obstáculos iniciales de lenguaje y de saberes, que son esperados y solucionables, hacer explícitos los valores que subyacen a su manera de actuar dentro del grupo y, una vez conocidas las diferencias, llegar a un nuevo consenso sobre ellos. No decimos unificarlos, pues parece conveniente e inevitable que cada subgrupo profesional conserve sus valores propios; pero sí debe conocer y respetar los valores del resto del grupo.

Dirigir acertadamente equipos de esta naturaleza exige una gestión moderna y ágil, capaz de mediar y lograr consensos al interior del equipo de trabajo, y a la vez hábil para lograr convencer a quienes financian y a quienes utilizarán el producto.

La necesidad de acercar las tecnologías al mundo cultural y a la experiencia del estudiante y del maestro, y de proveer sentido sociocultural a los medios tecnológicos es una preocupación poco frecuente en la literatura mundial. Los proyectos latinoamericanos ponen gran énfasis en ello, como vía de acercamiento y de aceptación del cambio. La PLAZA (Figura 1.) y La PachaMama (Figura 2), son representaciones cuidadas de micromundos culturalmente cercanos al usuario. En ellas se incorpora uno de los elementos más ricos de nuestra cultura: el valor estético. Para ello, la labor de diseñadores de profesión se hace imprescindible.

Figura 1. Ambiente de La Plaza

Figura 2. Ambiente de la La PachaMama

Pero los problemas pedagógicos comienzan en la puerta de la institución escolar. Encontramos cuatro frentes de trabajo necesario, para lograr una incorporación sostenible de los ambientes tecnológicos colaborativos:



a) Institucional: esta innovación educativa, como se indicó, tiende a desorganizar las estructuras escolares, porque permite a los estudiantes tomar la responsabilidad y cierta iniciativa en la conducción del proceso de su aprendizaje; los horarios, los tiempos grupales e individuales, el uso de aulas y medios, el control y el poder del maestro, todo tiende a presentar diferencias organizativas que van más allá de la capacidad de decisión de estudiantes y profesores.



Estrategia: implicar en el proyecto a la institución como tal, en particular a las directivas. Esta implicación debe, desde luego, comenzar por informar claramente de qué se trata el proyecto; y puede llegar a exigir incluso que el Proyecto sugiera alternativas para que la institución reorganice su quehacer, de modo que se den las condiciones de posibiblidad que el Proyecto exige.



b) Curricular: los ambientes tecnológicos colaborativos necesitan un anclaje concreto en el curriculum vigente y en la forma en que la institución lo desarrolla.



Estrategia: escoger un "lugar" curricular en el cual sea posible insertar con sentido los nuevos ambientes. El proyecto CONEXIONES, por ejemplo, ha encontrado en la nueva propuesta curricular un área idónea: Tecnología e Informática. Primero, por ser un área curricular introducida por la reciente ley, es decir, innovadora; también, por estar orientada a la construcción de proyectos; y sobre todo, por facilitar la deseada integración de varias áreas curriculares en un trabajo conjunto. El proyecto debe ofrecer, en una etapa inicial, alternativas de trabajo pedagógico, que instrumenten la integración curricular, ofrezcan modelos de proyectos tecnológicos para el nivel en que se trabaja, y muestren las formas metodológicas de trabajo colaborativo.

c) Profesoral: Para hacer posible que el maestro incorpore las nuevas tecnologías y supere la tentación de utilizarlas imitando la metodología tradicional, la labor de sensibilización y formación ha de ir más allá de los típicos cursos de capacitación.



Estrategia: además de mostrar al maestro alternativas pedagógicas como las descritas en el punto anterior, se precisa un acompañamiento permanente, semanal, de personas específicamente formadas dentro del proyecto. CONEXIONES propone dos tipo de apoyo: uno, intensivo en la etapa inicial, a cargo de educadores que forman parte del proyecto, seleccionados entre los profesores de las mismas instituciones en que se adelanta la innovación; otro, de soporte a mediano plazo, de jóvenes estudiantes, especialmente formados por el proyecto, que tendrán en un futuro el papel de agentes de cambio en el sector.



d) Estudiantil: No es fácil para un proyecto de esta naturaleza, interactuar con los estudiantes o poder tener directamente una influencia notable en ellos. Pero es imprescindible saber cómo reaccionan al nuevo ambiente, qué hacen en él, cuáles son sus estilos de trabajo, si sienten que aprenden o no, etc.

Estrategia: Procesos de evaluación formativa deben acompañar desde un inicio las acciones del proyecto. No bastará con aplicar un cuestionario cada cierto tiempo; los responsables del soporte permanente deben diseñar, con apoyo de un evaluador profesional, un modelo evaluativo muy sensible a lo que sucede con el usuario principal, el estudiante, y muy ágil para permitir reorientar acciones en períodos muy cortos. Si se espera a momentos finales para evaluar, probablemente no no habrá ya remedio para las desviaciones que se detecten.

El mundo de hoy y de futuro, exigen hombres y mujeres mejor formados y preparados para hacer frente a los cambios que habrán de conocer a lo largo de sus carreras y su vida profesional. La calificación, la capacidad de adaptación y el espíritu emprendedor son cualidades cada vez más necesarias; sin ellas nuestra región será incapaz de lograr competitividad, de estimular el crecimiento y de crear nuevas posibilidades de empleo y para lograrlo es necesario preparar de manera innovadora a niños y jóvenes.

Propiciar el desarrollo de infraestructuras de comunicación y entrenar y educar a las personas en la participación, liderazgo, trabajo en grupo y el uso apropiado de dicha tecnología, es claramente necesario, hasta que se logren romper barreras geográficas y crear y compartir visiones de un futuro flexible y más natural. En una sociedad cada vez más interdependiente, se hace necesario formar ciudadanos que sean capaces de comunicarse y de colaborar con colegas de otros países y culturas.

CONCLUSIONES

Muchas empresas comercializadoras y no pocos ingenieros y diseñadores de sistemas de Hipermedios anuncian una nueva era para la educación, pues la incorporación de este potente recurso permitirá romper con la enseñanza "unidireccional y pasiva" en uso, producirá la autonomía responsable de quien aprende y liberará las capacidades del profesor como orientador e investigador. Algunos educadores ven también en los sistemas de Hipermedios colaborativos la respuesta a los desafíos para el aprendizaje del próximo milenio.

Las ventajas de los ambientes tecnológicos colaborativos pueden ser enormes para el proceso de aprendizaje. Pueden permitir formas de aprendizaje más abiertas, menos estructurados, respetando el propio ritmo y necesidades de cada cual; facilitan la colaboración en la construcción del conocimiento; promueven las actitudes de respeto, aceptación de las ideas del otro y sometimiento a crítica de las propias; hará que labor docente sea más flexible y centrada en el progreso individual; permitirán incorporar diversas alternativas metodológicas en el mismo sistema.

Lograr estas esperanzas demanda urgentes trabajos de investigación y estudios de campo, que permitan identificar los factores de éxito que condicionan la incorporación de estos ambientes a la escuela real; y generalizar, en la medida de lo posible, una estrategia de acción.

Nuestra experiencia indica que la acertada confluencia de los siguientes factores es prometedora:

Investigación y desarrollo de sistemas de telecomunicaciones eficaces en el medio (Ingeniería de Comunicaciones)
Investigación y desarrollo de interfaces amables, estéticas y con sentidos socioculturales cercanos al usuario (Ingeniería de Software, Diseño artístico)
Compromiso institucioal, formación de maestros, facilitación del cambio en la concepción curricular, guía en metodologías colaborativas y soporte permanente durante las etapas iniciales de implantación del proyecto (Pedagogía)
Gestión ágil de grupos interdisciplinarios, visión audaz y políticamente habil en el manejo de las proyecciones externas y financiamiento de los proyectos (Gestión)
Evaluación investigativa permanente de la marcha del proyecto (Evaluación.
El desafío no es tanto tecnológico, sino más bien poder lograr una cooperación real y consistente en nuestra sociedad para, generar espacios pertinentes y efectivos que faciliten la vinculación de las instituciones académicas a un proyecto, respetando cada realidad escolar; es lograr una coordinación a todos los niveles que se preocupe por el uso apropiado y racional de este recurso.

REFERENCIAS

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