Criterios para evaluar las relaciones
Artículo del P. Felipe Santos que habla de la dimensión antropológica de la comunicación y qué tipo de criterios podemos establecer para evaluar los modos como nos presentan los medios a las personas.
Criterios para evaluar las relaciones
No está bien que el hombre esté solo, dijo el Señor a Adán en el jardín del Edén (Génesis 2,18). Somos seres sociales. Descubrimos quiénes somos, realizamos nuestras cualidades y las logramos sólo en relación con otras personas. Las relaciones se dividen en tres categorías:
1. La realización yo-tú. Es la más rica y profunda del as relaciones humanas. La mayoría las mantiene sólo con un número determinado. Martin Buber las describe así: dos personas, la una frente a la otra, se abren, se miran, se dan, se dicen un sí la una a la otra.
Están una frente a la otra porque se consideran dos mundos buenos en sí mismos. Ninguno es satélite del otro. Se abren para participar en la más íntima, personal y vulnerable parte de sí pero con confianza y honestidad. Se dan porque sintonizan. Este es el corazón de la fidelidad. Este sí incondicional crea una profunda unión emotiva
2. La amistad yo-tú. Es la más común de las relaciones humanas auténticas. Esta relación, sin embargo, no es tan íntima y la comunicación no es tan profunda y plena de confianza como la relación yo-tú.
3. La relación yo-objeto. Una relación no auténtica en cuanto que una parte no es tratada como persona sino como satélite de la otra. La priva de dignidad y de valor en sí misma. Tales relaciones se caracterizan por la instrumentalización y por el disfrute.
La intimidad de una relación puede juzgarse en base a la calidad de la comunicación entre las personas implicadas. Cuanto más abiertas y confiadas, honestas y vulnerables sean las relaciones de uno con el otro, tanto más las relaciones se hacen íntimas. Cuanto más superficiales, falsas y deshonestas sean las relaciones, tanto más alejadas la una del otro o al revés.
Las relaciones comienzan, se expresan y se alimentan con una comunicación profunda, íntima y personal. A mayor verdad, mejor relación. No puede existir amistad - por no hablar de amor - sin un compromiso verdadero. La fidelidad se inicia aquí. La deshonestidad es el ácido que corroe las relaciones. La mentira las destruye.
Evaluación. Dentro de un ameno diálogo en casa, se va repasando o releyendo la película o el programa tal o cual. ¿Son verdaderas las relaciones que hay entre los personajes? ¿Tienen problemas en sus relaciones? ¿Por qué? ¿Hay confianza entre ellos? ¿Por qué han fracasado en sus relaciones?
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